domingo, 2 de febrero de 2014

Solanum Tuberosum



     No es ni un mantra ni un conjuro, se trata sólo del nombre botánico de la PAPA. Y ¿Por qué la Papa?... Las últimas dos semanas ha sido recurrente al leer algunos de sus tweets, frases como las siguientes:

..”Angelo y donde consigues tu harina”..
..”ese sándwich mi hermano como mínimo 300 bolos”…
..”harina, camarones, hongos y pato #NO HAY… #PeroTenemosPatr..”..

     Lo entiendo, de acuerdo. Es cierto que publico platos y hago sugerencias empleando ingredientes que en estos tiempos no son fáciles de ubicar, sin embargo debemos ser creativos a la hora de cocinar porque tenemos ya un tiempo evidenciando escasez en algunos rubros alimenticios básicos cómo se puede testimoniar a diario en los supermercados.

     Elegir una receta, apuntar los ingredientes y salir a efectuar la requisa era el orden lógico de los pasos que seguíamos para cocinar; hoy debemos visitar el supermercado, evaluar los ingredientes que ubicamos para crear una receta viable basada en ellos, y eso desde luego exige mayor creatividad y destreza de nuestra parte sobre el dominio de los mismos y de las técnicas culinarias.

     Llego tras éstas reflexiones a pensar en la Papa, ya que éste tubérculo ha sido el héroe en varias situaciones difíciles atravesadas por la humanidad. Harán ya 700 años que los pobladores del altiplano Andino entre Chile y Perú, dominados por los Incas cosechadores de Quinua, les exigían su tributo de trabajo, estos clamaron a los dioses del cielo por una solución que los salvara de la hambruna a la cual los Incas los condenaban por quitarles sus cosechas; los dioses les dieron la planta de la papa que los Incas rechazaron por tener lindas flores sin utilidad. Los habitantes del altiplano descorazonados porque tampoco lo sabían clamaron nuevamente a los dioses por una solución para su hambruna, a lo que ellos contestan…”removed la tierra que los frutos de las plantas están en ella escondidos para burlar al opresor y saciar al oprimido”…

     En Westfalia, al occidente de la actual Alemania en el marco de la Guerra de los Siete Años, los prusianos hicieron prisionero al que sería el mayor promotor de éste tubérculo en Europa, Antoine Parmentier, quien básicamente se alimentó de papas durante su cautiverio. La papa llegó a Europa como una curiosidad botánica digna sólo para alimentar a los cerdos y a los prisioneros. Ya liberado Parmentier se propuso elevar la dignidad nutricional de la misma y proponerla a la corona Francesa como la panacea para las constantes hambrunas que se sufrían en el reino. El 25 de Agosto de 1785 se brindó un banquete en Versalles con la papa como ingrediente protagonista. Croquetas de papas, papas fritas, puré de papas fueron entre otras algunas de las preparaciones que deleitaron el paladar de los comensales asistentes.

     Vencidas las reticencias de la corte con respecto del hasta entonces vilipendiado tubérculo, Parmentier solicitó al Rey Luis XVI le fueran cedidos unos terrenos próximos a Palacio para urdir su estrategia de mercadeo. Cultivó las tierras en cuestión y apenas los primeros brotes de las plantas comenzaron a aflorar los hizo custodiar por la guardia real; esto desde luego generó habladurías en el París de la época y entre sus hambrientos pobladores quienes dedujeron que si los campos eran custodiados la papa entonces debía tratarse de un cultivo valioso hasta el punto que el Rey debía apostarle vigilancia. Ya vecina la cosecha por las noches Parmentier ordenaba retirar la guardia para que los hambrientos Parisinos pudieran saquear los campos a sus anchas.

     Si no ubicamos hoy en el supermercado harina, hongos, camarones, no nos sintamos derrotados hay muchos platos maravillosos que podemos adaptar, hay muchas preparaciones que podemos elaborar con la económica, nutritiva, heroica y siempre disponible PAPA.
@angelocampione

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