No es ni un mantra ni un conjuro,
se trata sólo del nombre botánico de la PAPA. Y ¿Por qué la Papa?... Las
últimas dos semanas ha sido recurrente al leer algunos de sus tweets, frases
como las siguientes:
..”Angelo y donde consigues tu
harina”..
..”ese sándwich mi hermano como
mínimo 300 bolos”…
..”harina, camarones, hongos y
pato #NO HAY… #PeroTenemosPatr..”..
Lo entiendo, de acuerdo. Es
cierto que publico platos y hago sugerencias empleando ingredientes que en
estos tiempos no son fáciles de ubicar, sin embargo debemos ser creativos a la
hora de cocinar porque tenemos ya un tiempo evidenciando escasez en algunos
rubros alimenticios básicos cómo se puede testimoniar a diario en los
supermercados.
Elegir una receta, apuntar los
ingredientes y salir a efectuar la requisa era el orden lógico de los pasos que
seguíamos para cocinar; hoy debemos visitar el supermercado, evaluar los
ingredientes que ubicamos para crear una receta viable basada en ellos, y eso
desde luego exige mayor creatividad y destreza de nuestra parte sobre el
dominio de los mismos y de las técnicas culinarias.
Llego tras éstas reflexiones a
pensar en la Papa, ya que éste tubérculo ha sido el héroe en varias situaciones
difíciles atravesadas por la humanidad. Harán ya 700 años que los pobladores
del altiplano Andino entre Chile y Perú, dominados por los Incas cosechadores
de Quinua, les exigían su tributo de trabajo, estos clamaron a los dioses del
cielo por una solución que los salvara de la hambruna a la cual los Incas los
condenaban por quitarles sus cosechas; los dioses les dieron la planta de la
papa que los Incas rechazaron por tener lindas flores sin utilidad. Los habitantes
del altiplano descorazonados porque tampoco lo sabían clamaron nuevamente a los
dioses por una solución para su hambruna, a lo que ellos contestan…”removed la
tierra que los frutos de las plantas están en ella escondidos para burlar al
opresor y saciar al oprimido”…
En Westfalia, al occidente de la
actual Alemania en el marco de la Guerra de los Siete Años, los prusianos
hicieron prisionero al que sería el mayor promotor de éste tubérculo en Europa,
Antoine Parmentier, quien básicamente se alimentó de papas durante su
cautiverio. La papa llegó a Europa como una curiosidad botánica digna sólo para
alimentar a los cerdos y a los prisioneros. Ya liberado Parmentier se propuso
elevar la dignidad nutricional de la misma y proponerla a la corona Francesa
como la panacea para las constantes hambrunas que se sufrían en el reino. El 25
de Agosto de 1785 se brindó un banquete en Versalles con la papa como
ingrediente protagonista. Croquetas de papas, papas fritas, puré de papas
fueron entre otras algunas de las preparaciones que deleitaron el paladar de
los comensales asistentes.
Vencidas las reticencias de la
corte con respecto del hasta entonces vilipendiado tubérculo, Parmentier
solicitó al Rey Luis XVI le fueran cedidos unos terrenos próximos a Palacio
para urdir su estrategia de mercadeo. Cultivó las tierras en cuestión y apenas
los primeros brotes de las plantas comenzaron a aflorar los hizo custodiar por
la guardia real; esto desde luego generó habladurías en el París de la época y
entre sus hambrientos pobladores quienes dedujeron que si los campos eran
custodiados la papa entonces debía tratarse de un cultivo valioso hasta el
punto que el Rey debía apostarle vigilancia. Ya vecina la cosecha por las noches
Parmentier ordenaba retirar la guardia para que los hambrientos Parisinos
pudieran saquear los campos a sus anchas.
Si no ubicamos hoy en el
supermercado harina, hongos, camarones, no nos sintamos derrotados hay muchos
platos maravillosos que podemos adaptar, hay muchas preparaciones que podemos
elaborar con la económica, nutritiva, heroica y siempre disponible PAPA.
@angelocampione
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